La fidelidad del fútbol
Francesco Totti. El hijo de la loba. El rey de Roma. Francesco Totti el profeta de la fidelidad.
En un momento en el que el amor a tu hogar se sentía en decadencia, Francesco encontró en su club un lugar donde sentirse seguro. Un lugar donde disfrutar de su pasión, el fútbol. Totti es la definición más pura de amor, respeto y fidelidad que he conocido. Un ejemplo al que ojalá estuviésemos más acostumbrados. Donde quedan esos símiles, los Paolo Maldini, Ryan Giggs o Xabi Prieto. Te lo digo yo, lejos, demasiado lejos. Cada temporada mi esperanza en esta manera de amar a un club, va desapareciendo progresivamente. La fijación por el papel, la obsesión por la fama y la ambición excesiva por ser exitoso a nivel individual, encadenan en las peores infidelidades a nivel deportivo.
Por supuesto que la ambición por crecer es buena. Es muy complicado lidiar con el sentimiento de querer agrandar tu nombre y no poder hacerlo a la vez que tu equipo. Por eso solo los más fuertes están hechos para este papel. No quiero dar a entender que solo entiendo el fútbol de este modo, para nada, pero creo que a este tipo de futbolistas, se les da menos valor del que merecen.
También hablo de jugadores como Iago Aspas. El de Moaña salió de Vigo para alcanzar su potencial. Tras varias temporadas entre Liverpool y Sevilla sin pena ni gloria, supo reconocer el error de su marcha, para volver al Celta, su club, su verdadera casa. Desde su regreso hemos disfrutado del mejor Iago, un jugador estelar que vive por y para su equipo. Un jugador con un amor incondicional hacia el Celta y hacia Vigo, que cada temporada se viste de armadura y desenvaina su espada, para defender los colores que ama.
En definitiva, como todos los románticos del fútbol adoro este tipo de historias. Ver que después de 25 años en el mismo sitio, tu admiración por la entidad no haya cambiado es asombroso. Se me ponen los pelos de punta al oír las palabras de estos futbolistas hacia sus equipos. Ojalá pueda disfrutar de más jugadores dedicados a los valores de su club, ojalá.