Tras el escalón de Messi y Cristiano, para mí, Neymar es el mejor jugador de esta generación. Dentro de su nombre, de todo lo que ha conseguido, me sigue pareciendo que es un jugador infravalorado. La sombra de los grandes siempre le ha perjudicado. Aún así seguirá siendo el “Discípulo de O’Rey”.
Su llegada a Europa fue algo controversial. Comisiones y falsos documentos, mancharon su traspaso por el FCB, pero no su juego. De cero a cien en unos meses. Gambetas, colas de vaca y bicicletas asombraron al público español, que digo, al mundo entero. Su primera temporada fue de “adaptación”, sí, entre comillas porque a nivel de números quizás no fue tan espectacular como si lo fue a nivel de sensaciones. Esa temporada el brasileño convirtió 15 tantos y repartió 11 asistencias.
En sus tres años siguientes fue el verdadero competidor de la estela de los ‘GOATs’. La mejor pareja de Messi, y el mejor complemento para el mejor tridente de la historia, la famosa MSN. Junto a Leo Messi y a Luis Suárez hicieron que Europa temiese al Barça. Consiguieron muchos títulos, todos los posibles. Incluyendo el triplete de Luis Enrique. Era vertical, desafiante, y al contrario que ahora, era constante. Mucho nivel, pero sobre todo mucha samba, corrían por las botas del brasileño.
¿PSG, de verdad?
La única pega de su carrera. Su mayor error. Su marcha del FCB. La presión por estar a la sombra de su amigo y compañero Messi. El miedo de no alcanzar el sueño de un balón de oro, precipitaron su salida del club en busca de un protagonismo que no ha llegado a alcanzar. Se fue a París, a la ciudad del amor, con la intención, creo, de hacerse un hueco con los más grandes. A mi juicio, fue una decisión nefasta. Liga, con todo el respeto, menor. Donde, cuando juega, se pasea. Cuando juega, exacto, porque la estrella brasileña se ha perdido la mitad de partidos que ha podido disputar. ¡Ay, las lesiones!
A Neymar se le han acabado las oportunidades. Para nada ha dejado de ser un gran jugador, al contrario, me parece un jugador de mayor calidad. Más completo y lo más especial, más maduro. Cada vez que juega te das cuenta de quién es, lo que cuenta con el balón en los pies. Aún así su tiempo a niveles superlativos, cesó. Las nuevas generaciones están aquí. Desaprovechó su momento, espero que por el argumento que he dado y no por manejar más billetes.
En definitiva, Ney fue, es y será uno de los mejores jugadores que vea a lo largo de mi vida. Un jugador que marca época. Un heredero digno del gran Pelé.