Seleccionar página
Hace ya más de una década, el 19 de mayo de 2012, se enfrentaban Bayern y Chelsea en la final de la Champions. Los bávaros partían como favoritos, un equipo temido por toda Europa, que además se sintió local de verdad, ya que la final se jugó en el Allianz Arena.

 

lagradacomenta Bayern vs Chelsea Champions 2012

El Chelsea supo resistir ante todas los intentos del Bayern.

Ambos equipos llegaban con bajas. Los alemanes afrontaban el partido sin jugadores como David Alaba o Luis Gustavo. Y el Chelsea, perdía a su capitán, John Terry, al serbio Ivanovic y al loco Meireles. La previa prometía. Los alemanes, favoritos, comenzaron dominando. Fueron capaces de intimidar la portería blue, sin embargo, la defensa, y sobre todo Petr Čech, resistieron y lograron contener los ataques del Bayern.

En el segundo tiempo, los de Di Matteo siguieron aguantando las envestidas de los alemanes. Si por algo se caracterizaba ese Chelsea era por su poderío defensivo. Un equipo compacto con las líneas muy juntas. Mucho repliegue y pocos espacios, aprovechando los que generaba el rival.

Parecía un hecho que el partido iría a la prórroga, pero a tan solo 7 minutos del final, Thomas Müller picó un cabezazo, imposible para Čech, tras un espectacular centro de Toni Kroos. El Allianz explotó. Se fundió en el color rojo. El Bayern rozaba el título con las yemas de los dedos. Hasta que en el minuto 87, Drogba, con un frentazo de martillo, batía a Neuer y ponía las tablas de nuevo.

La final se marchaba a la prórroga. A pocos segundos de su comienzo, el que había salvado a los blues pocos minutos antes, cometía un penalti sobre Ribéry. Le volvían las alas al Bayern. Contra todo pronóstico volvió a aparecer el bueno de Petr Čech. Le adivinó el lado a Robben y certificaba que el Chelsea contaba con 7 vidas. Tras varias intentonas del Bayern, el árbitro pitó el final. Se iban a penaltis.

 

Penaltis

lagradacomenta Chelsea Campeón de Champions 2012

Los blues alcanzan su primera Copa de Europa, tras haber fracasado en 2008.

Una tanda épica. Los dos porteros sacaron sus mejores armas, y ambos lograron detener uno de los dos primeros lanzamientos. Llegaron al quinto y decisivo penalti. Tablas, tres a tres. Era el turno de Bastian Schweinsteiger. El medio centro alemán se lo tomo con calma pero con decisión, con la mala suerte de que el balón acabaría estrellándose contra la madera. El último penalti fue para Drogba. El que ya salvó al Chelsea en el tiempo reglamentario, tenía la oportunidad de hacerlo de nuevo. El delantero de Costa de Marfil golpeó el balón escorado, cercano al poste, lugar imposible para Neuer. Convirtiéndose así en un héroe para los blues.

El Chelsea se hacía con su primera Champions League en su segunda final. Di Matteo lo había logrado. Oponiéndose a cualquier estereotipo, a cualquier estigma, el suizo guió al conjunto londinense a conseguir su primer trofeo de la máxima competición europea. Esta final de la Champions, la de 2012, es un recordatorio de vida. Un recordatorio de que en este deporte, como en la vida, todo el posible.